El aborto

Algunas feministas, no todas, son partidarias de la liberalización legal del aborto, ellas esgrimen muchos argumentos, sacan a relucir los hijos producto de violaciones, en fin los hijos no queridos, que son mas de los que suponemos.

Las madres en el cumplimiento de su rol cultural, nunca dirán que un hijo fue no querido mientras estuvo alojado en su vientre, pero la realidad señala que no solamente hay hijos no queridos antes de nacer, sino que siguen siendo no queridos durante toda su vida, pero esas madres mal disimulan su desamor y el hijo lo percibe por mas que lo encubran, porque esas madres no logran  esconderlo, solo lo disimulan.

En cambio los hijos queridos, esperados, buscados, también sienten ese amor pre-nacimiento y obviamente pos-nacimiento también. He tenido casos cercanos de ambas situaciones, en que los sentimientos de las madres se exhiben felizmente o se ocultan desafortunadamente.

Pero regreso al aborto. Otro de los argumentos de las llamadas abortistas (aunque la palabra es fea no tengo otra para calificarlas) dicen que la mujer tiene derecho a disponer de su cuerpo como desee, y aquí viene mi diferencia radical con ellas.

Es cierto que las mujeres, y los hombres también, tienen derecho a disponer de sus cuerpos, por ejemplo decidir practicarse una operación quirúrgica o no, embellecerse según sus patrones de belleza que no son iguales para todo el mundo, martirizarse con dietas de todo tipo, seguir un tratamiento médico, continuarlo o interrumpirlo en contra de la opinión calificada, en fin hay miles de situaciones en que el “dueño” de un cuerpo es libre incluso de hacerle daño.

Pero, cuando por el milagro de la vida, se reúnen un espermatozoide y un óvulo y se forma una nueva vida, esa nueva vida aunque está dentro del cuerpo de esa mujer, no es parte de su cuerpo y ella no tiene el derecho, no tiene la potestad de disponer de ese nuevo cuerpo que ya crece en sus entrañas, de ese cuerpo dispondrá su “dueño”.

Ella hubiera tenido el derecho de prevenir, obstaculizar, impedir ese encuentro entre las dos células básicas que dan vida a otro ser, pero una vez que ese encuentro sucede, la mujer sigue teniendo derechos, todos los que quieran para disponer de su cuerpo pero no lo tiene para disponer del nuevo cuerpo que se desarrolla en su vientre.

Así pues ese argumento esgrimido por las partidarias del aborto, no me parece válido, si tienen otros argumentos que puedan convencerme, adelante, inténtenlo, pero ese no.